La historia de: FELICIA. Una ruta inmigrante hacia la esperanza.

En CIMUJER abrimos este nuevo espacio para compartir el proceso migratorio de mujeres de nuestra comunidad, de Venezuela, Colombia, Perú y de muchos otros países de Latinoamérica. Conocerás de trámites, relatos y vivencias por las que pasamos al decidir dejar nuestros países de origen.

MIGRACIÓN

Verónica Bastardo y Felicia del Valle

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imagen de IA representando a una mujer inmigrante latina
imagen de IA representando a una mujer inmigrante latina

La historia de: FELICIA. Una ruta inmigrante hacia la esperanza

Hoy les contamos la historia de Felicia, una mujer de 60 años, venezolana, madre y trabajadora. Felicia es una de nuestras compañeras que fue muy amable en compartirnos su historia migratoria, con el fin de inspirar e informar a otras mujeres migrantes.


Jubilada de Educación Especial, Felicia se vio obligada a dejar el sistema educativo, aún amando su carrera, debió abandonarla por la situación que afronta Venezuela. El país continúa enfrentando una profunda crisis política, social y económica. A pesar de esto. Felicia expresa que “entusiasta, con mucha confianza y fe en Dios de continuar trabajando y esforzándome doquiera que mi Creador me lleve”.

¿Cómo llegó a España?

Cómo mujer creyente en un Padre, Hijo y Espíritu Santo, llegó a Málaga hace 2 meses, expresa que ha sido voluntad de dios ya que sus planes eran completamente diferentes. Su hermana (1 año menor) reside en Málaga hace 6 años con su hijo casado, su nuera, 2 niños y su hija adolescente. Hace 3 años su hermana fue diagnosticada con cáncer de mama, el cual había sido erradicado hace dos años. Y ahora hace 4 meses volvió a aparecer y el diagnóstico fue devastador para la familia.

Su hermana se vio obligada a salir de reposo (paro), entregar el piso que compartía con otra familia y mi sobrina adolescente y se mudó a casa de su hermano, en donde Felicia se está quedando. La llegada de Felicia a España es para apoyar física, espiritual, afectiva y moralmente a su hermana y sobrinos en este proceso doloroso.

Una gran decisión

La decisión de venir a España fue tan rápida, que apenas alcanzó a traer una pequeña maleta con lo básico: vestimenta, pasaporte y unos pocos ahorros donados por sus hijos, como dicen en Venezuela: “prácticamente con una mano adelante y otra atrás “.

Dejando en Venezuela todo su esfuerzo material de 40 años, pero con la certeza y convicción de que “Jehová es su proveedor y con El, nada le faltará”. Según sus propias palabras.

Llegada a España

Llegando al Aeropuerto De Barajas una tarde del 14 de junio de este 2024; el corazón le latía muy fuerte, ya que tenía más de 8 años sin abrazar a su hermana y sobrinos. Su hermana muy valiente se fue en tren desde Málaga a Madrid, a pesar de el proceso que estaba enfrentando, Felicia no puede describir las emociones que sentía al bajar de ese avión.

Tres días de viaje, con limitaciones comunicacionales, tuvo suerte de dos personas le prestaran un teléfono para comunicarse con su hermana.

“Es indescriptible lo conmovedor que fue ver a mi hermana entre la multitud, corrí como niña hacia ella y la abracé diciéndole que allí venía todo el amor de nuestra madrecita, hermanos y toda la familia. Lloramos de gozo y gratitud a dios por permitirnos este necesario reencuentro”.

¿Qué ha pasado estos dos meses?

Por el momento Felicia ha estado, desde su llegada, ayudando a su hermana en sus chequeos clínicos, estudios, alimentación, cuidados, tareas domésticas y a la vez gestionando trámites legales, asesorías con distintas organizaciones… entre ellas, CIMUJER con el fin de buscar empleo y cómo reinventarse.

Felicia expresa que “He sido tan bendecida, aunque aún no tengo ingresos; Dios puso otros ángeles en mi camino para conseguir mi hoja de protección internacional al mes de haber llegado acá y no sólo eso, también con la bendición de ser parte de este grupo de apoyo de mujeres guerreras, luchadoras y victoriosas CIMUJER”.

Actualmente está en búsqueda de ingresos mientras le otorgan su permiso laboral y mientras su hermana sigue sanando para retomar sus labores y puedan rentar un piso para ella, su sobrina y Felicia. Por ahora sus hijos y su madre están lejos de ella, en Venezuela.

¿Quieres compartir tu historia y así informar a otras mujeres de tu comunidad?

Puedes enviarnos tu historia a nuestro correo electrónico fgarcera2@gmail.com recuerda informarnos si deseas que sea en formato anónimo. Este es un espacio seguro para todas.


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